Qué es el fibrocemento y por qué deberías conocer sus riesgos
El fibrocemento es un material que se emplea principalmente para el revestimiento, aislamiento e impermeabilización de numerosas estructuras. El ingeniero austríaco Ludwin Hatschek fue el inventor de este innovador material en el año 1900. Sus numerosas ventajas, su durabilidad y su precio asequible lo popularizaron durante el siglo XX, sin embargo, la utilización del amianto como fibra de refuerzo para el cemento lo convirtió también en un peligro para la salud pública.
Definición y usos del fibrocemento en construcción
El fibrocemento está constituido por la mezcla de cemento y fibras de refuerzo que se ha venido utilizando en la fabricación de planchas, tuberías, depósitos, etcétera, siendo su principal uso las terminaciones y el recubrimiento de exteriores tanto en viviendas como en comercios o edificios industriales. De hecho, el fibrocemento es uno de los materiales más usados en Europa como revestimiento de fachadas.
Entre las ventajas del fibrocemento está su ligereza y bajo coste. Además, es un material aislante térmico y acústico, impermeable, de fácil instalación y que no requiere mantenimiento. Por eso puede encontrarse, además de en cubiertas o grandes estructuras, en tuberías, bajantes, piscinas, chimeneas o depósitos de agua.
¿Cuáles son los riesgos del fibrocemento?
El fibrocemento combina un aglomerante, que puede ser un material inorgánico hidráulico como el cemento o un silicato de calcio, y fibras de refuerzo inorgánicas sintéticas. El principal riesgo del fibrocemento está en que, en su origen, esas fibras eran de amianto, un conjunto de minerales naturales con una estructura fibrosa y cristalina, incombustible que puede ser dividida en filamentos y que se ha demostrado cancerígeno.
El fibrocemento con asbesto puede desprender partículas tóxicas al ambiente, algo que se produce por el deterioro al final de su vida útil, cuando se expone de forma continuada a elementos que lo desgasten; en casos de manipulación o demolición; al intentar repararlo o en cualquier caso en que se produzca polvo. La inhalación de estas fibras tóxicas favorece la aparición de graves enfermedades respiratorias como la asbestosis o el cáncer de pulmón. De ahí la importancia de detectar la presencia de amianto o uralita en las estructuras para su correcta retirada por empresas autorizadas para la manipulación del asbesto.
Alternativas seguras al fibrocemento en la actualidad
Desde que se detectaron los peligros del fibrocemento con amianto, se comenzó a trabajar en la búsqueda de alternativas, sustituyendo el asbesto por otro tipo de fibras como las de celulosa, de vidrio o vinílicas. Así, en el mercado se pueden encontrar opciones libres de amianto para sustituir la uralita.
En el caso de los techos y cubiertas, la elección más habitual y práctica es la sustitución de la uralita por paneles sándwich, cuya estructura está compuesta por un núcleo aislante y una chapa rígida exterior.
Para las fachadas, existe una solución histórica como la utilización de tablas de madera. Sin embargo, el fibrocemento libre de asbesto se ha impuesto como primera opción dadas sus numerosas ventajas.
El PVC y el polipropileno son la principal alternativa para la sustitución de bajantes y tuberías. Opciones resistentes que ofrecen un buen rendimiento y requieren de escaso mantenimiento.
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